Vamos a hablar claro: en un mundo saturado de productos, lo que hace que el tuyo destaque no es solo lo que hay dentro, sino cómo se presenta.
Y es que el packaging, ese envoltorio que muchos aún subestiman, tiene el poder de enamorar, provocar emociones y crear recuerdos duraderos.
Seguro que más de uno de vosotros ha comprado algo solo porque el envase era una pasada, ¿verdad?
Diseñar un packaging legendario no es simplemente poner un logo bonito y colores llamativos.
Es entender la marca, su historia, su propósito y lo que quiere comunicar. Es crear algo tan potente que, aunque tires el contenido, te quedes con la caja. Y si no que se lo digan a Apple o Coca-Cola.
En este artículo os traigo 9 ejemplos reales de diseño de packaging que han pasado a la historia.
Algunos son icónicos, otros rompedores, pero todos tienen algo en común: no pasan desapercibidos.
Además, a lo largo del artículo os contaré cómo podéis llevar vuestro packaging al siguiente nivel, de la mano de profesionales que entienden que el diseño no es solo estética, sino estrategia.
Y sí, hablamos de nuestro equipo de Factoría de Arte, donde creamos packagings que no se tiran, se recuerdan.
Vamos al lío.
1. Coca-Cola: la botella que se convirtió en icono
Si hay un packaging legendario por excelencia, ese es la botella de Coca-Cola. ¿Sabíais que su forma fue registrada en 1915? La idea era que fuera tan distintiva que se reconociera incluso rota en el suelo o a oscuras. Flipad.
Y lo consiguieron. Su silueta curvilínea no solo es un símbolo global, sino que se ha convertido en una pieza de coleccionista. Han lanzado ediciones limitadas, colaboraciones con diseñadores de moda y hasta botellas con sensores para eventos especiales.
Pero siempre, siempre, respetando la esencia de esa forma original que hoy todos reconocemos.
Este caso demuestra que el diseño de packaging no necesita cambios constantes, sino una identidad sólida que resista al tiempo.
Y ojo, porque esto es justo lo que aplicamos en Factoría de Arte: creamos diseños únicos, pensados para durar y enamorar desde el primer vistazo.
2. Apple: minimalismo que enamora
Apple es el rey del "menos es más". Si habéis comprado un iPhone, sabéis que abrir la caja es casi un ritual.
Blanco puro, logos discretos, tipografía limpia, todo perfectamente encajado. El producto se presenta como una joya.
No hay ruido visual. Solo diseño funcional, elegante, premium. ¿Y qué provoca esto? Que el cliente sienta que ha comprado algo importante, algo especial. Esa experiencia es parte del producto, no un añadido.
En diseño de packaging, esto es oro puro.
3. Tiffany & Co.: el poder del azul Tiffany
¿Quién diría que un color podría representar tanto lujo y deseo?
El azul Tiffany no es un azul cualquiera, es una marca en sí misma. Solo con ver esa cajita azul con lazo blanco, ya sabes que dentro hay algo especial. Incluso aunque no sea para ti.
Este ejemplo demuestra cómo el packaging puede generar expectativa antes de abrirlo.
El producto aún ni se ve, pero ya emociona. La gente guarda las cajas de Tiffany, las colecciona, las exhibe. ¿No es eso una genialidad?
Lo más interesante es cómo un diseño aparentemente sencillo puede tener un impacto tan potente.
Aquí trabajamos justo ese tipo de efecto: analizamos qué hace única a tu marca y lo plasmamos en un diseño exclusivo, sin plantillas, con arte final listo para imprimir y hasta tres propuestas personalizadas. Así sí.
4. Nutella: del desayuno al reciclaje creativo
Nutella ha hecho del tarro algo mítico. No solo por el contenido (que también), sino porque el envase es parte de la experiencia.
Y han sabido jugar con eso. En muchos países, los tarros de Nutella tienen diseños coleccionables o reutilizables: vasos de cristal, ediciones con nombres, ilustraciones, frases…
Esto convierte el packaging en algo útil y emocional. No lo tiras, lo reutilizas. Lo pones en la estantería. Lo regalas. Incluso hay gente que lo usa como decoración.
Este enfoque sostenible y creativo es algo que cada vez valoran más las marcas y los consumidores.
5. Festina: relojes que nadan en su propio envase
Este ejemplo es de los que se te quedan grabados.
Festina, una marca de relojes resistentes al agua, lanzó un packaging completamente transparente… lleno de agua. Sí, como lo oís. El reloj venía flotando dentro de una bolsa hermética. Y no pasaba nada. Porque son resistentes.
¿Mensaje? Más claro, imposible. En vez de decirlo, lo demostraron. Y eso es lo que hace potente al diseño: contar una historia sin palabras, con un impacto visual brutal.
Nosotros en https://factoriadearte.comhttps://factoriadearte.com somos muy fans de este tipo de packaging.