¿Cómo diseñar un folleto para promocionar una empresa?

Un folleto no es solo un papel bonito con un logo en la portada. Es, o debería ser, una herramienta de venta directa.

 

Un arma comercial para transmitir quiénes sois, qué hacéis y por qué alguien debería contrataros. Pero claro, esto solo funciona si el folleto está bien pensado.

 

Imagina que alguien se lleva tu folleto en una feria, en una reunión, o simplemente lo encuentra en una cafetería.

 

Ese papel tiene que hablar por vosotros incluso cuando no estéis delante. Tiene que informar, seducir y dejar claro vuestro valor.

 

Muchos lo infravaloran porque hoy todo parece ser digital, pero un buen folleto sigue siendo una pieza clave en el marketing de cualquier empresa.

 

Especialmente si vuestro público es local o si ofrecéis servicios que requieren confianza. Un folleto bien hecho transmite profesionalidad, coherencia y claridad.

 

Antes de diseñar: lo que hay que tener claro sí o sí

 

Antes de abrir Canva, Photoshop o lo que sea que vayáis a usar, hay que tener claras tres cosas:
 

1. ¿Quién es tu cliente ideal?
   
   No es lo mismo diseñar un folleto para padres de familia que para directores de marketing. El lenguaje, el estilo visual, incluso el tamaño, cambia.
    

2. ¿Qué queréis que haga la persona que lo lea?
   
   ¿Queréis que os llame? ¿Que entre en vuestra web? ¿Que os escriba por WhatsApp? Eso tiene que estar clarísimo en el diseño.
    

3. ¿Qué os hace diferentes?
   
   Esta es la más difícil. Si no sabéis por qué deberían elegiros, es imposible que lo transmitáis. El folleto tiene que dejar claro vuestro valor añadido, sin paja.

 

En Factoria de Arte, por ejemplo, antes de empezar cualquier diseño de folleto, hacemos un pequeño briefing con el cliente para responder a estas preguntas.

 

Porque si no tienes el mensaje claro, ni el mejor diseño del mundo sirve para nada.

 

Estructura básica de un folleto que vende

 

Vamos al grano. Un folleto efectivo tiene que tener esto:
 

• Portada llamativa: logo, frase fuerte y una imagen que enganche. Aquí no pongas todo el texto del mundo. La portada es para que lo abran, nada más.
   

• Mensaje principal: ¿qué ofrecéis? Explicadlo en una frase clara. Sin tecnicismos ni palabrería.
   

• Beneficios concretos: no me digas “servicio integral” o “soluciones personalizadas”. Decidme qué vais a solucionar y cómo.
   

• Pruebas: una opinión de cliente, un caso de éxito, una estadística… algo que respalde lo que decís.
   

• Llamada a la acción: ¿qué tienen que hacer ahora? Llamar, visitar la web, pedir presupuesto. Decidlo claro y en grande.
   

Y no os olvidéis del diseño visual: espacio en blanco, imágenes de calidad, y un orden lógico. Si el lector tiene que adivinar por dónde empezar a leer, mal vamos.

 

Errores comunes al hacer un folleto… y cómo evitarlos

 

Aquí van algunos errores que vemos todos los días (y que debéis evitar como sea):
 

• Querer meterlo todo. Un folleto no es vuestra web. No pongáis 20 servicios, 8 testimonios y la historia completa de la empresa.
   

• Diseño desordenado. Usar cinco tipos de letra diferentes, colores chillones sin sentido o imágenes pixeladas mata cualquier posibilidad de impacto.
   

• No incluir datos de contacto visibles. Parece básico, pero muchos los esconden al final, en letra diminuta.
   

• Lenguaje genérico. “Empresa líder del sector” no dice nada. Decid cosas reales y específicas.
   

Si no estáis seguros de cómo estructurarlo, lo mejor es pedir ayuda. Nosotros llevamos años creando folletos que venden, logos, paginas web y aplicaciones, y sabemos exactamente qué funciona y qué no.

 

¿Qué diseño elegir? Colores, tipos de letra y otros detalles clave

 

El diseño visual no va de gustos. Va de estrategia.

 

Elegir los colores y tipografías adecuados puede marcar la diferencia entre que os tiren el folleto a la basura o que lo guarden en la cartera.

 

• Colores: que reflejen vuestra marca. Si sois una asesoría legal, no uséis fucsia y verde lima. Si sois una agencia creativa, tampoco uséis gris y beige.
   

• Tipografías: una para títulos, otra para texto. Que sean legibles, profesionales y coherentes con el tono que queréis transmitir.
   

• Imágenes: de buena calidad, originales si puede ser. Nada de bancos de imágenes genéricos tipo “apretón de manos entre ejecutivos sonriendo”.
   

Además, pensad en el formato: tríptico, díptico, tamaño A5 o A4… Cada diseño tiene su función según el contenido que tengáis.

 

Folletos físicos vs digitales: ¿cuál os conviene más?

 

Aquí la cosa va de contexto. Si vais a una feria, evento o repartís en mano, el folleto físico es clave.

 

Pero si vuestro público está más en redes o email, el digital es más práctico y barato.

 

Ventajas del físico:

 

• Se puede tocar, guardar, entregar en persona
   

• Da una imagen más profesional si está bien impreso

 

Ventajas del digital:

 

• Más barato, más fácil de modificar

 

• Ideal para enviar por email, WhatsApp o redes

 

¿Lo ideal? Tener ambos. Diseñar un folleto pensando en poder adaptarlo a los dos formatos.

 

En Factoria de Arte, por ejemplo, hacemos esto siempre. Así el cliente puede usarlo donde y cuando quiera.

 

Herramientas para diseñar tu folleto (sin ser diseñador)

 

Si queréis hacerlo por vuestra cuenta, estas herramientas os pueden ayudar:
 

• Canva: plantillas fáciles de usar, incluso para principiantes.
   

• Adobe Express: más pro, pero también intuitivo.
   

• Google Docs (sí, en serio): para algo muy básico, pero puede servir si no tenéis nada más.
   

Eso sí, si queréis algo profesional, os recomendamos encargarlo a alguien que sepa.

 

No es por barrer para casa, pero un mal folleto puede hacer más daño que no tener ninguno. Aquí os dejamos una opción por si queréis ir sobre seguro: Factoria de Arte.

 

Consejo profesional: lo que realmente funciona en un folleto

 

Tras ver cientos de folletos, diseñar decenas y trabajar con todo tipo de empresas, os podemos decir esto:
 

• Menos es más: un folleto corto, directo y bien enfocado vende más que uno largo y recargado.
   

• El diseño vende tanto como el texto: una imagen mal elegida puede cargarse todo el mensaje.
   

• El folleto no debe hablar solo de vosotros: debe hablarle al cliente. Sus problemas, sus objetivos, su beneficio.
   

Y un truco: probad vuestro folleto con alguien que no os conozca. Si en 10 segundos entiende qué hacéis y por qué sois buenos, vais bien.

 

Dónde imprimir o distribuir vuestro folleto y cómo hacerlo bien

 

Si vais a imprimir, buscad una imprenta de confianza. No os la juguéis con papel malo o impresiones que se corren al tocar.

 

Un buen papel, una tinta de calidad y una buena terminación hacen maravillas.

 

¿Distribuir? Aquí van algunas ideas:
 

• En eventos o ferias
   

• En comercios locales afines
   

• Con envíos de producto
   

• Por email (versión PDF)
   

• En WhatsApp Business
   

• Descargable en vuestra web
   

Incluso podéis usar el folleto como anzuelo: “Descárgate nuestro folleto con los servicios y precios”, y así captar leads.

 

¿Y si no queréis complicaros? Aquí va la solución directa

 

¿Buscáis un diseño de folleto profesional sin complicaros la vida? En Factoria de Arte os lo ponemos fácil con nuestras tarifas planas de diseño gráfico.

 

Desde solo 225 € al mes, tenéis a un diseñador profesional en vuestro equipo, con cambios ilimitados hasta que quedéis satisfechos.

 

Tanto si necesitáis un par de folletos puntuales como si queréis mantener una línea visual constante para vuestra empresa, hay un plan para cada necesidad: Inicial, PYME o Corporate.

 

Y si queréis complementar vuestros folletos con una presentación potente, también podemos ayudaros con nuestro servicio de diseño de presentaciones, ideal para reuniones comerciales, propuestas o eventos.

 

Nosotros nos encargamos de todo el diseño para que vosotros os enfoquéis en lo importante: hacer crecer vuestro negocio.